«Estamos sufriendo psicológicamente con la llegada de este barco en Ancud y no queremos volver a vivir lo que sufrimos con el vertimiento de salmones el 2016», dijo el pescador Patricio Guaiquil.
Ancud, 13 de agosto de 2018. (Ecoceanos News)– La industria salmonera no solo ha contaminado con sus desechos tóxicos las aguas, fondo marino y costas de Chiloé, sino que también ha generado «sufrimiento sicológico» en sectores de la población chilota. Especialmente ahora en que el barco seikongen, con una carga de biomasa química que alguna vez fueron salmones de la compañía Camanchaca, fue atracado de urgencia en un sector de Ancud, luego que la nave que lo remolcaba sufrió desperfectos técnicos y que la Corte de Apelaciones de Concepción le negara el arribo al puerto de Talcahuano, en la región del Bio-Bio.
Frente a esta situación la comunidad chilota comenzó nuevamente a estar a alerta y a mostrar el descontento por esta desprolija e irresponsable acción en que se ven involucrados los salmoneros, la Armada, el Servicio Nacional de Pesca y las autoridades de Salud. Mientras la armada no ha informado todos los planes para el traslado de este barco con basura tóxica salmonera, el Sernapesca avisa que se enteró a última hora de las maniobras y la Secretaría Regional de Salud del Bio-Bio afirmó que no registraba permisos para que si su eventualidad el barco atracara en Talcahuano, una empresa pudiese retirar los lodos contaminantes.
Pero lo que siente la gente además ha quedado registrado en lo que dijo un pescador de Ancud. «Estamos sufriendo sicológicamente con la llegada de este barco en Ancud y no queremos volver a vivir lo que sufrimos con el vertimiento de salmones el 2016», dijo el pescador Patricio Guaiquil al diario La Estrella de Chiloé.
Más aún la Municipalidad de Ancud, en un recurso de protección presentado a la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, afirma que la situación del Seikongen «instaló desconfianza en la comunidad ancuditana al demostrar poca transparencia en la información oficial hacia la autoridad comunal, pues antes de recibirla fueron los pescadores locales los que avistaron la nave en las costas”.
Según el sitio laopiniondechiloe.cl el documento legal contra el barco salmonero afirma que “actualmente no existe claridad sobre el eventual zarpe del Wellboat Seikongen de la bahía de Ancud, así como de los antecedentes administrativos destinados a determinar la regularidad del procedimiento implementado para su zarpe, arribo y recalada, desconociendo en consecuencia, si se observó la normativa vigente en esta materia, sobretodo en lo relativo a las medidas preventivas y al plan de contingencia que debe existir frente a un eventual derrame que pueda producirse en la nave y la empresa responsable del retiro, así como de cualquier otra medida adicional que se deba adoptar en caso de presentarse emergencias, accidentes laborales, aumento de temperatura, incendio, explosión, derrame, evacuación de heridos y cualquier otro suceso que eventualmente pueda producirse en la navegación como en la estadía del puerto de Ancud».
El recurso de protección también denuncia que «tampoco existe claridad sobre los reales motivos por los cuales se decidió suspender el traslado de la motonave al norte, dado que la información meteorológica con que cuenta la armada permite prever con bastante anticipación las condiciones climáticas durante el recorrido, haciendo suponer que siempre estuvo resuelta la recalada en Ancud y que los cambiantes argumentos solo han sido una excusa para ocultar la real decisión”.
Agregan además: “debemos señalar que la información proporcionada por la autoridad marítima y demás organismos competentes ha sido extraordinariamente informal y cambiante, razón por la cual existe el justo temor de que no se han adoptado las medidas necesarias que salvaguarden a la población de Ancud y a su ecosistema de algún accidente que provoque algún derrame de desecho industrial u otro que pueda producir un daño irreparable que no se pueda revertir con la permanencia del ‘Seikongen’”.
