Este martes 8 de enero nos reunimos con Gabriel Henriquez, nos convoca la huelga que están llevando los trabajadores de la empresa Salmofood, la que se inició hace 29 días con una huelga de brazos caídos y –actualmente- en su día 7º día de huelga legal, Gabriel dirigente sindical y actual presidente del sindicato Ernesto Díaz, nos recibió para conversar sobre el estado de la movilización.
Este sindicato es uno de los dos sindicatos de Salmofood, empresa que tiene alrededor de 250 trabajadores, de ellos más del 80% se encuentran sindicalizados, alcanzando los 187 miembros afiliados al Sindicato Ernesto Díaz correspondiendo a poco más del 70% del total de trabajadores de la empresa.
Gabriel de 41 años, lleva 18 años trabajando para Salmofood, los últimos 10 años ha sido dirigente cumpliendo varias funciones dentro de la directiva y en abril cumplirá 3 años como presidente del Sindicato, nos comenta que su principal fuerza está en los compañeros que entienden que en la unión esta la principal herramienta para solucionar sus problemas, nos comenta que “el compromiso que tienen sus compañeros a pesar de las condiciones que viven muchos de ellos en fundamental”.
Por Luis Humberto Ruiz
Tomado de la-revuelta.cl

Constituido en diciembre del 2005 por alrededor de 30 trabajadores, el nombre fue tomado de Ernesto Díaz trabajador y compañero de la empresa que muere en Castro el mismo año en que se forma el sindicato, el sindicato ha ido tomando fuerza progresivamente, el camino no ha sido fácil, persecuciones laborales desde el inicio de su constitución han generado miedo entre las y los trabajadores y dudas a la hora de sindicalizarse, desde el inicio han pasado 4 procesos de negociación con la empresa y esta es la primera vez que van a huelga, el proceso ha ido dando cuenta de las mejoras de las condiciones laborales y los trabajadores lo saben, el número sindicalizados da cuenta de ello.
Tuvieron un momento de aumento del sindicato importante durante la reforma laboral, Gabriel nos relata que “la discusión pública que se dio a partir de la reforma laboral ayudo a que muchos compañeros se sumaran al sindicato”.
Marcelo Díaz uno de los 187 trabajadores y parte del sindicato desde abril del 2018 nos comenta cuales han sido los motivos de su ingreso, “la razón por la que me sume al sindicato es ver las condiciones, yo trabajé entre 1998 y el 2000 y volví a la empresa en diciembre del 2017, tras 2 décadas los beneficios casi no habían aumentado mientras la empresa había crecido mucho, antes solo había una línea de producción y una bodega de productos terminados, ahora hay 3 líneas y están por abrir una cuarta, la capacidad de la bodega ha crecido 7 u 8 veces y están fabricando 2 bodegas más”. Siguiendo la conversación nos vamos dando cuenta del sentido que tiene para él y los demás trabajadores pertenecer al sindicato, así nos relata, “es importante ser parte, inculcar que tenemos derechos, cuando somos mayoría podemos conseguir muchas mejoras, y no que la empresa nos diga que esto es lo que van a ganar y punto. Muchos no tienen casa, ni las mejores condiciones de vida, tenemos familias detrás y nosotros en el fondo peleamos por eso, por condiciones dignas”.
La legitimidad de su demanda y lo desigual de las condiciones

En Diciembre del 2015 fue la última negociación colectiva del sindicato, se negoció por tramos con énfasis en los sueldos más bajos, llegando a un acuerdo con la empresa donde se repartía el 10% de la utilidades en un bono por año para los trabajadores con tope dos sueldos, actualmente este es el punto más delicado de la negociación y que desde el sindicato ven como punto central de la actual negociación.
Llegando el término del acuerdo, los trabajadores y trabajadoras del sindicato han discutido sobre las falencias de la anterior negociación y dan cuenta de lo injusto de la repartición del 10% de las utilidades que se reparte una vez al año entre los trabajadores, que la empresa en el caso de los trabajadores del sindicato condiciono a dos sueldos como máximo, mientras la plana de gerencial no tiene límites, con lo cual estos últimos se quedarían con gran parte del fondo del 10% de la utilidades, según explica Gabriel.
La situación de los ingresos que viven los trabajadores de Salmofood, que en su mayoría ganan menos de 500 mil pesos versus las utilidades millonarias de la transnacional y los sueldos de los gerentes cuyos sueldos superan los 20 millones, es la realidad de miles de trabajadores de la industria acuícola y que da cuenta de una estructura profundamente desigual y que tiene como tendencia el aumento entre unos pocos que concentran la riqueza y miles cuyos sueldos se mantienen mientras los costos de vida van en aumento.
La propuesta del sindicato se viene trabajando, como nos comenta Gabriel, desde noviembre del 2018, primero con la presentación de un proyecto a la empresa que contenía una serie de mejoras salariales y beneficios, tras 15 días la empresa entrega una respuesta no aceptando nada de lo propuesto.
Tras la negativa a llegar a acuerdo por parte de la empresa se llevaron a cabo 4 mesas de negociación entre noviembre y diciembre, donde la empresa se niega a considerar el punto central para el sindicato, el reparto del 10% de las utilidades.

Sin posibilidades de avanzar en la negociación, el sindicato da un nuevo paso, y el día 17 de diciembre inicia la huelga de brazos caídos que paraliza la actividad de la empresa, buscando que la empresa se abra a la discusión de la demanda, así el 8 de enero en la mediación forzada Salmofood nuevamente rechaza acoger las demandas del sindicato aludiendo que la empresa no tiene plata, obligando a los trabajadores a dar un nuevo paso, así inicia la huelga legal el miércoles 9 de enero, constituyéndose en un hito histórico ya que es primera vez que el sindicato Ernesto Díaz va a huelga.
El estado del sindicalismo en Chiloé

Gabriel posee una larga trayectoria laboral y sindical en la industria, queremos cerrar dando cuenta de su mirada sobre la industria y los sindicatos en Chiloé.
Primero nos comenta todo el apoyo que han recibido de muchos sectores y en especial de los sindicatos que han acudido a solidarizar, no son pocos los que han venido a dar apoyo a los trabajadores, se han acercado estos días sindicatos de Biomar; Unimarc, Acuenta; Enjoy; Cermaq; Blumar; Fiordo Austral; Invertec; entre otros, y mantienen diálogo fluido con la CUT y la Conatrasal.
Un primer silencio da pie a un análisis de la industria y problemas laborales que se constatan en el trabajo, “las empresas han ganado mucho dinero estos años, y no corresponde con lo que han ganado los trabajadores, las condiciones laborales aún hoy son malas, el caso de las enfermedades profesionales es algo común en la industria, nosotros tenemos el caso que vivió la secretaria del sindicato (Margarita Bruque) por ejemplo, que ha sido agredida por su jefe directo y ante lo cual el sindicato presentó un reclamo a la superintendencia de salud por maltrato, la cual ganamos. Poco se dice sobre estas cosas, los trabajadores muchas veces tienen miedo de presentar estas denuncias, de exponer lo que les sucede”.
Avanzando en la conversación hacia cómo se contrasta la organización de los sindicatos y el de las empresas, Gabriel nos dice, “aún estamos al debe en la solidaridad entre sindicatos, falta ayuda aún, mientras las empresas funcionan Organizados como gremio y se apoyan, con la paralización de la planta también corremos un riesgo”, exponiendo las dificultades de parar una empresa que tiene muchas empresas aliadas que se apoyan y se articulan en el gremio y donde las condiciones son totalmente desiguales entre ambos sectores, el poder que puede ejercer el sindicato siempre es muy relativo y la empresa baraja un abanico de apoyos que muchas veces no pueden ser visto por los trabajadores.
En definitiva, el contexto y las características en que se desarrollan las huelgas –particularmente en Chiloé-, expresan las diferencias y desigualdades existentes no tan solo en los sueldos de unos y otros sino, también, en el poder de negociación e interacción de los actores, las condiciones de vida y los lugares donde habitan, entre una infinidad de otros aspectos que muestran las desigualdades entre los poderosos y la clase trabajadora.