La FAO presenta un informe técnico que documenta por primera vez el impacto regional de la influenza aviar de alta patogenicidad (H5N1) en América Latina y el Caribe, tras su ingreso en 2022.
Fuente: FAO
30 de mayo de 2025
Desde 1997, la cepa H5N1 del virus de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) ha provocado brotes significativos en aves domésticas y silvestres en Asia, Europa y África, con graves consecuencias para la salud pública, la biodiversidad y las economías locales.
En octubre de 2022, esta cepa ingresó por primera vez a América Latina, marcando un punto de inflexión para la región. La rápida propagación del virus y la aparición de nuevos brotes en distintos países evidenciaron una situación sin precedentes, con casos no solo en aves, sino también en mamíferos marinos, domésticos e incluso en seres humanos que tuvieron contacto directo con animales enfermos.
La producción avícola es un pilar fundamental para América Latina y el Caribe, tanto por su rol en la seguridad alimentaria como por su aporte a los medios de vida de millones de pequeños y medianos productores. La expansión de la IAAP ha puesto en riesgo no solo la economía regional, sino también impacto en la disponibilidad de proteína de origen animal y la biodiversidad de los ecosistemas. Ante este escenario, se volvió urgente reforzar la cooperación regional, y fortalecer la capacidad técnica para prevenir y controlar el virus.
El informe Emergencia y respuesta a la influenza aviar de alta patogenicidad H5N1 en América Central, América del Sur y el Caribe: Informe técnico regional para el período octubre de 2022 a septiembre de 2024, publicado por la FAO, documenta la emergencia sanitaria provocada por la aparición por primera vez y la propagación del subtipo H5N1 de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) en los países de América central, el Caribe y América del Sur.
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Detección y propagación del virus en América Latina y el Caribe
Baja patogenicidad:
Los primeros registros del virus de influenza aviar en Sudamérica datan de 2001, cuando se detectó un subtipo de baja patogenicidad en aves acuáticas silvestres en Bolivia. En Colombia, el virus se identificó por primera vez en pollos de engorde en 2005. En Perú, entre 2009 y 2012 se reportaron siete subtipos distintos, cinco de los cuales no habían sido registrados en ningún otro país de América Latina.
En Centroamérica, los primeros aislamientos de virus de baja patogenicidad en aves domésticas se registraron en Guatemala y El Salvador en 2000 y 2001. Además, entre 2007 y 2013 se identificaron varios subtipos del virus en patos en Guatemala.
Alta patogenicidad:
Uno de los primeros brotes significativos de influenza aviar de alta patogenicidad en América del Sur ocurrió en Chile en 2002, causado por el virus H7N3.
Desde octubre de 2022, Brasil, Chile y el Perú fueron los países que más reportaron casos del virus de alta patogenicidad H5N1 en aves y animales silvestres en el Cono Sur. En cuanto a las aves domésticas, Argentina y Perú lideraron el número de brotes detectados. En contraste, los países de América central y el Caribe registraron pocos casos, y estos fueron esporádicos y de corta duración, tanto en aves silvestres como domésticas.
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Con estas experiencias a nivel continental, se comprobó la circulación de distintos linajes del virus en aves silvestres de América del Sur, lo que sugiere una evolución divergente de estos virus en el hemisferio.
¿Cómo abordar una emergencia sanitaria por gripe aviar?
Ante el desafío sanitario en la región, la FAO aprobó en 2023 el Programa de cooperación técnica y el Fondo especial para actividades de emergencia y rehabilitación con el objetivo de apoyar la respuesta a la IAAP en 11 países: la Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, el Ecuador, Honduras, Panamá, el Perú y Venezuela. Del mismo modo en paralelo también se ejecutaron proyectos nacionales en República Dominicana, Guatemala y El Salvador con el mismo fin.
Estos programas tuvieron como finalidad capacitar a los países para gestionar y responder a la emergencia fortaleciendo de los servicios veterinarios, entregando también suministros de materiales esenciales y apoyando la movilización de recursos.
Para cumplir este objetivo, la FAO respaldó acciones orientadas a la detección temprana, la eliminación sanitaria de animales, el fortalecimiento de la bioseguridad, la zonificación y asesoró en requerimientos de vacunación, como una alternativa complementaria a las medidas tradicionales para el control de la IAAP. Antes de la emergencia sanitaria, la vacunación contra la influenza aviar no se había implementado en la mayoría de los países de la región, con excepción de naciones como la República Dominicana y Guatemala, que ya aplicaban esta medida. Sin embargo, en 2023 Bolivia, el Ecuador, el Perú y Uruguay decidieron incorporar la vacunación a sus estrategias de control del brote, complementándola con medidas de vigilancia y bioseguridad.
La recomendación es constituir un grupo interdisciplinario bajo el enfoque “Una sola Salud”, considerando varios actores públicos y privados, para una mejor decisión sobre la vacunación. Se recomienda, además, que se establezcan escenarios epidemiológicos y de riesgo, y que el proceso de toma de decisiones avance durante los tiempos de paz, y no en medio de los brotes, ya que esto podría alterar la percepción de los peligros y riesgos.
El documento expone la importancia de articulación público-privada en la respuesta a la crisis sanitaria. En cada país, las asociaciones de productores de carne de ave y huevos (afiliadas a la Asociación Latinoamericana de Avicultura) dieron apoyo técnico y operativo durante la emergencia, al mismo tiempo, grupos especializados de diversas universidades se sumaron a las labores de capacitación, aportaron al diseño de estrategias sanitarias y contribuyeron con investigación aplicada.
Lecciones aprendidas de la crisis sanitaria por la gripe aviar
La crisis por influenza aviar dejó en evidencia que algunos países de la región carecían de experiencia, protocolos adecuados y personal capacitado para enfrentar una emergencia sanitaria de esta magnitud. Esto se reflejó en la falta de armonización o estandarización en los registros epidemiológicos dentro de la región, lo que derivó en enfoques diversos en cada país, lo que podría afectar la planificación futura de las estrategias de prevención y control de la IAAP.
Por otra parte, el impacto en la ciudadanía fue evidente, ya que la alta mortalidad de aves y mamíferos silvestres en las costas y humedales generó alarma entre los habitantes y turistas, quienes notificaron estos hallazgos a las autoridades. Frente a esta situación, es fundamental la toma de muestras, la identificación de las especies, la caracterización epidemiológica y el manejo sanitario, recordando que aves enfermas o muertas no deben manipularse y que en caso de encontrar estas aves se debe avisar de inmediato al servicio veterinario oficial del país-
Esta emergencia sanitaria reflejó la complejidad epidemiológica de la influenza aviar de alta patogenicidad, caracterizada por sus enormes impactos económicos y sobre la biodiversidad y animales domésticos. También puso en evidencia la necesidad de una mayor preparación para enfrentar contingencias sanitarias amplias y complejas, especialmente en puntos críticos como el sacrificio de gallinas ponedoras en jaulas, el manejo de fauna silvestre y la gestión de zonas de control.
Asimismo, el documento destaca la importancia de la articulación público-privada, la coordinación interinstitucional y la cooperación internacional. Propone diseñar planes de vacunación de emergencia, definir responsabilidades ante hallazgos en fauna silvestre, establecer protocolos para personas expuestas y avanzar en esquemas de compensación económica, especialmente para pequeños productores.
Estas experiencias refuerzan la necesidad de contar con sistemas sanitarios sólidos, cooperación regional efectiva y estrategias sostenidas bajo el enfoque de Una sola salud, como pilares clave para enfrentar futuras amenazas zoonóticas.
Lea aquí la publicación: https://doi.org/10.4060/cd4707es
