17 - junio - 2025

Estudiarán el hábitat del pez guitarra en el norte de Chile

Investigadores se adjudicaron un fondo internacional para estudiar este pez vulnerable y poco documentado en el país que está clasificado como Vulnerable de Extinción en la Lista Roja de Especies Amenazadas según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).


16 de junio de 2025. (UCSC)– Por medio de metodologías no invasivas, Diego Almendras, biólogo marino y líder del Proyecto Raya Águila en conjunto con el investigador postdoctoral de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Dr. Jaime Villafaña, proponen rastrear el pez guitarra (Pseudobatos planiceps). En la iniciativa también participa el Dr. Marcelo Rivadeneira del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA).

Se trata de un pez poco conocido y que ocasionalmente es capturado a través de pesca incidental. Para materializar esta idea, los investigadores se adjudicaron el financiamiento del Acuario de New England (Estados Unidos), enmarcado en el Marine Conservation Action Fund, lo que permitirá su ejecución durante un año en la Región de Atacama. «El pez guitarra cuenta con antecedentes de captura en la pesca recreativa realizada en territorio chileno y con interacción con pesquerías nacionales no apropiadamente cuantificadas», comentó el investigador Diego Almendras.

Para iniciar el estudio, el objetivo es monitorear dónde se encuentra este pez. Solamente por medio de una anterior publicación se sabe que existe presencia de este pez en el norte de Chile, pero sin especificar exactamente la zona. “La idea es conocer más de la ecología del pez guitarra. Postulamos el año pasado a este fondo y lo adjudicamos. Tendremos un año para desarrollar este proyecto. Queremos ir a Bahía Inglesa y usar una metodología no invasiva, para ir rastreando y observando su presencia, en diferentes estaciones del año”, contextualizó el Dr. Villafaña.

¿Cómo es el pez guitarra?

Este animal está clasificado como Vulnerable de Extinción en la Lista Roja de Especies Amenazadas según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Se trata de un individuo costero, como la mayoría de las rayas vive en fondos arenosos y se alimenta de moluscos y crustáceos. Su tamaño llega alrededor de un metro y 14 centímetros. Su importancia radica en su rol ecológico. “Como todos los condrictios y peces cartilaginosos, son considerados como estructuradores de comunidades, ya que se alimentan de invertebrados y regulan el ecosistema”, explicó el Dr. Villafaña.

Se caracterizan por un ciclo de vida con crecimiento lento, madurez tardía, dando a luz pocas crías, lo que los hace especialmente vulnerables a la disminución poblacional debido a la sobreexplotación.  El rango de distribución de este pez va desde Ecuador hasta el norte de Chile. En esa misma línea, el Dr. Jaime Villafaña agregó que “en nuestro país se sabe muy poco dónde están las poblaciones y cuántos individuos hay. Todo lo que se sabe de la especie provienen de otras especies relacionadas que se encuentran en América Central. Por ende, hay mucha inferencia”.

Drones para el monitoreo no invasivo

El equipo priorizó una metodología no invasiva como primera aproximación, dado el delicado estado de conservación de este pez. La observación por drones permite un estudio seguro de los animales como las rayas y los peces guitarras, sin entorpecer en su comportamiento, ni lastimarlas por manipulación, ya que no considera contacto físico. El estudio ayudará a identificar áreas de hábitat críticos que deben ser priorizadas para su protección, además de analizar el comportamiento del pez guitarra y sus amenazas. También, busca obtener las primeras fotografías confirmadas de un pez guitarra vivo en su estado natural.

El biólogo marino Diego Almendras explicó la importancia de la difusión de este pez, como eje central del mismo proyecto. “El producto que ofrecemos en este proyecto es una publicación científica más una serie de actividades de difusión, incluyendo charlas y talleres a la comunidad, para dar a conocer esta especie tanto en la Región de Atacama como en otras localidades”, comentó.

Los datos recolectados permitirán comprender los patrones de movimiento e identificar áreas de hábitat críticos que deben priorizarse para su protección.  “Esto contribuye a conocer la conducta de este pez en su ambiente. Todos los registros existentes son por varazones o por pesca incidental. Esto abre una puerta para seguir conociendo esta especie, sus poblaciones y así, proponer zonas de conservación”, finalizó el Dr. Villafaña.

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