Tras el primer debate de los presidenciables chilenos en el Salmón Summit 2025 se evidencian los avances por querer modificar la Ley Lafchenke, mientras que en Argentina el ejecutivo también aboga por modificar la ley que prohibió la salmonicultura en Tierra del Fuego.
Puerto Montt. Chile, 25 de julio de 2025. (AIDA.org)— El Salmón Summit 2025, la cumbre de la industria realizada hace un par de días en Frutillar, fue el escenario del primer debate presidencial en Chile, y los tres candidatos más importantes de la papeleta dejaron entrever el lobby de la salmonicultura en la política nacional.
Un ejemplo claro de lo anterior es la intención de modificar la Ley Lafchenke sin consulta a los pueblos originarios, un avance de esta industria y un retroceso en los derechos indígenas. Por su parte, en Argentina, el lobby salmonero también mostró sus redes y ya existen voluntades políticas para modificar la ley que prohíbe la salmonicultura en Tierra del Fuego.
Actualmente, el crecimiento de la industria en Chile depende de su expansión geográfica hacia la región de Magallanes, ya que las ictiopatologías virales, bacterianas y parasitarias, que la propia industria llevó a las regiones de Los Lagos y Aysén, han generado una situación de colapso sanitario y ambiental con altos costos, obligándola a buscar nuevos ambientes sanos donde operar, tal como señala el informe realizado por AIDA sobre los riesgos de la expansión salmonera en la Patagonia.
“Cuando miramos el panorama general del avance de una industria con nula fiscalización, que modifica sus cifras a diestra y siniestra, que se beneficia de la poca legislación que existe, y ahora pretende derrocar los derechos indígenas, me parece una falta de respeto grave a las múltiples comunidades originarias. A punta de amenazas y sin siquiera tener estudios ambientales propicios, es avanzar hacia el enriquecimiento de unos pocos, sin medir las consecuencias de una industria gravemente contaminante”, enfatizó Leticia Caro, parte de la Comunidad Kawésqar Grupos Familiares Nómades del Mar.
La región de Magallanes, es el hogar del mayor número de áreas naturales protegidas del país. Glaciares, lagos, ríos y mares —alimentados por nieves permanentes— conforman paisajes únicos que resguardan una variedad de especies protegidas como la ballena azul, el cachalote, el pingüino de Magallanes, la foca elefante, la tortuga laúd, el delfín austral y el delfín chileno, entre otras.
Según señala el informe de AIDA, más de la mitad de las concesiones que operan actualmente en Magallanes han generado condiciones ambientales donde la vida acuática no es posible. “En todos los subsectores donde existen operaciones productivas efectivas, hay centros operando en condiciones anaeróbicas”, destaca el informe.
Desde Argentina, Antonela Guevara, la primera abogada del pueblo Selk´nam de Tierra del Fuego y líder comunitaria local en Argentina, destacó que “hay un lobby muy intenso planteando a la salmonicultura como la salvación, cuando está probado que es una industria que destruye la naturaleza y además afecta a muchas otras industrias locales. Hay grupos interesados que instalan discursos confusos en los medios locales y quieren influir en la comisión”.
Qué pasa con la Ley 1355 en Argentina
En el mes de junio de 2021, la legislatura fueguina aprobó por unanimidad el proyecto de ley que prohíbe la salmonicultura en Tierra del Fuego, actividad que amenaza no solamente al medioambiente sino a la salud y la economía de la provincia. La ley puso a la Argentina en los ojos del mundo, y la posicionó como el primer país en tomar una decisión de tal magnitud en cuanto al cuidado del medioambiente.
Adrian Schiavini, científico del CONICET, profesor de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego e investigador de Wildlife Conservation Society sostiene que, “Esta propuesta para modificar la ley parece un nuevo intento de querer avanzar con un modelo productivo contaminante que ya dejó zonas muertas en Chile y que busca nuevos lugares para seguir produciendo salmones en nuestras aguas, un producto caro que no resuelve el hambre porque es para pocos y con poca generación de empleos”.