El estudio en el humedal de Lenga es parte de un enfoque colaborativo e interdisciplinario donde convergen especialistas en hidrodinámica, ecología, geomorfología, modelación ambiental y biodiversidad.
Región del Biobio, 30 de julio de 2025. (UCS)– El estudio de la morfología y ecología fluvial constituye un enfoque necesario para comprender el funcionamiento de ecosistemas acuáticos complejos como los humedales costeros. Estos sistemas no solo regulan procesos hidrológicos fundamentales, sino que también sustentan una alta diversidad biológica y brindan servicios ecosistémicos esenciales. En este contexto, el Humedal de Lenga, ubicado en la zona costera de la Región del Biobío, representa un espacio estratégico para la investigación interdisciplinaria sobre la interacción entre procesos geomorfológicos e hidrobiológicos.
Con este propósito, el Dr. Diego Caamaño, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), se incorporó al Centro de Investigación en Biodiversidad en Ambientes Sustentables (CIBAS), con el objetivo de aportar al conocimiento del sistema fluvial y estuarino asociado al humedal. Su línea de investigación busca comprender cómo las características físicas del cauce influyen en la generación y sostenimiento de hábitats acuáticos, particularmente en escenarios de presión antrópica y cambio climático.
La morfología fluvial se refiere a la configuración física del cauce y a los procesos que la determinan, tales como el transporte de sedimentos, la dinámica de caudales y las interacciones con la vegetación ribereña. Esta estructura geomorfológica no solo define el patrón del flujo del agua, sino que también regula aspectos críticos como la temperatura, la disponibilidad de oxígeno y la heterogeneidad de hábitats, factores que inciden directamente en la biodiversidad acuática. De acuerdo a lo señalado por el Dr. Caamaño: “la calidad ecológica de un sistema fluvial no depende únicamente de las propiedades del agua, sino también de la forma del cauce y su dinámica”.
La complejidad morfológica, expresada en múltiples formas como canales secundarios, meandros o estructuras de barras, tiende a estar asociada a una mayor riqueza de hábitats y, por ende, de especies. Sin embargo, esta morfología es altamente sensible a factores tanto naturales como antrópicos. El transporte de sedimentos, por ejemplo, depende de la magnitud y frecuencia de los caudales, así como de procesos erosivos en la cuenca. Eventos como la deforestación o lluvias intensas generan desequilibrios en el balance sedimentológico, lo que modifica la capacidad de transporte del sistema fluvial y altera su configuración morfológica.
Estos cambios afectan al ecosistema, y pueden alcanzar la infraestructura asociada al cauce, como puentes o defensas ribereñas, además de modificar los patrones de inundación. “Uno de los focos de nuestro trabajo es entender cómo varían los sistemas fluviales en el espacio y en el tiempo, y cómo esas variaciones afectan la disponibilidad de hábitat, la integridad de las infraestructuras y el riesgo de inundaciones”, indicó el investigador.
Importancia y trabajo colaborativo junto a CIBAS
El estudio en el humedal de Lenga es parte de un enfoque colaborativo e interdisciplinario promovido por CIBAS, donde convergen especialistas en hidrodinámica, ecología, geomorfología, modelación ambiental y biodiversidad. Esta transversalidad permite abordar los sistemas naturales desde múltiples perspectivas complementarias, facilitando una comprensión integral del funcionamiento del humedal.
Desde esta mirada, el objetivo final de la investigación es generar evidencia científica robusta que permita diseñar medidas orientadas a la conservación del Humedal de Lenga, al manejo sostenible de sus recursos y a la reducción de riesgos asociados a cambios morfológicos e hidrológicos. “La ventaja de trabajar en sistemas naturales como el Humedal de Lenga radica en que pueden ser analizados desde múltiples disciplinas, cada una aportando desde su especialidad. Esto no solo enriquece el conocimiento, sino que potencia la generación de soluciones integradas para su conservación”, concluyó el Dr. Caamaño.
El proyecto busca caracterizar la hidrodinámica del Humedal de Lenga a través de herramientas de modelación numérica e integración de datos batimétricos e hidrológicos. A partir de simulaciones en modelos hidrodinámicos calibrados, se pretende cuantificar los flujos de entrada y salida de agua, la distribución espacial de velocidades y niveles de agua, así como estimar la calidad del recurso hídrico en distintas condiciones forzantes.
Este enfoque busca generar hipótesis sobre los mecanismos físicos que regulan el cierre y apertura de la desembocadura del humedal, proceso que tiene implicancias directas en la conectividad con el océano y en los ciclos de salinidad, temperatura y renovación del agua. Esta información resulta especialmente relevante dado que en el sector se desarrollan actividades productivas como el cultivo de pelillo, las cuales son altamente sensibles a cambios en las condiciones hidrológicas.