La investigación analizó sobre el contenido de colesterol y de lípidos, además del perfil de los ácidos grasos durante cuatro años, considerando variaciones climáticas-oceanográficas de ENSO (El Niño-Oscilación Sur) como El Niño y La Niña. (foto de Wikipedia)
Región del Biobio, 23 de julio de 2025. (UCSC)–“Variaciones intersexuales e interanuales en la condición bioenergética del tiburón azulejo Prionace glauca (Linnaeus 1758) en el Pacífico Sur Oriental mediante señales lipídicas”, es el título de la tesis de Ramiro Solís. La investigación se desarrolló en el marco del Magíster en Ecología Marina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). El director de tesis fue el Dr. Ángel Urzúa (UCSC) y el codirector Patricio Barría (Instituto de Fomento Pesquero).
La investigación consideró el análisis del hígado (indicador de la condición física y la salud) y el músculo (indicador de ecología trófica) del tiburón azulejo. Por medio de los lípidos y ácidos grasos se identificó la condición salud de los individuos y además, interacciones de la ecología trófica, es decir las posibles presas de las cuales se alimenta. Se consideraron cuatro años, desde el 2020 al 2023, años caracterizados por el ENSO, anomalía de temperatura superficial del mar, que ocurre en el Océano Pacífico. “El 2020 fue un año neutro, es decir de condiciones de afloramiento esperadas. Los años 2021 y 2022, predominó La Niña, con aguas más frías de la temperatura superficial promedio. Y el 2023 como un año de El Niño con aguas más cálidas”, comentó Ramiro Solís.
La tesis quiso explicar si la condición bioenergética era influenciada a una escala interanual, por las anomalías de temperatura, teniendo en cuenta los cambios provocados por El Niño, principalmente, sobre la composición de especies (posibles presas) en el sistema de la Corriente de Humboldt. Sin embargo, se determinó que no, dado a que sus respuestas están asociadas a cambios en la dieta que pueden ser detectados a una ventana de tiempo menos amplia (meses/semanas) observados en el perfil de ácido grasos en el músculo. Por otro lado, el hígado responde a posibles procesos como el crecimiento, la reproducción, la migración o las condiciones oceanográficas del área de distribución. “Generamos una base de datos para esta especie, mi estudio considera un número de individuos bastante amplio. Se analizaron 101 individuos, de los cuales 68 fueron hembras y 33 machos. Las muestras se colectaron en zonas del norte (Arica, Iquique, Coquimbo) y del centro-sur de Chile”, explicó.
Resultados e importancia
Las hembras presentaron mayores contenidos de lípidos en el hígado, mientras que los machos presentaron mayores contenidos de lípidos en el músculo. También se analizó el índice hepatosomático, que expresa la relación del peso del hígado en relación con el peso del cuerpo del individuo y que es utilizado como un indicador de la salud de los tiburones. En los tiburones el índice hepatosomático es alto ya que el hígado es la principal reserva energética. “En este mismo índice se determinó que las hembras tienen un mayor porcentaje, es decir, poseen un hígado más grande en relación con el cuerpo, en comparación a los machos, esto se debe a que las hembras realizan un mayor aporte energético (lípidos) para la reproducción y posterior gestación. Los distintos tipos de lípidos se acumulan en el hígado principalmente, como el colesterol, que es un precursor de las hormonas sexuales”, aseguró.
Respecto a la importancia de la temática estudiada, está relacionada con el interés comercial del tiburón azulejo en Chile. También tomando en cuenta los patrones climáticos-oceanográficos, se puede establecer medidas de conservación de la especie mediante cuotas de pesca. “Existe una demanda de la población por el consumo, es importante conocer el contenido nutricional de la carne que se está consumiendo, en el caso del músculo. En el caso del hígado también, ya que en muchas industrias se puede utilizar como fuente de obtención de lípidos y nutrientes para generar dietas”, señaló Ramiro Solís.
Sobre su paso por el Magíster en Ecología Marina de la UCSC, Ramiro Solís destacó lo desafiante de este programa de postgrado, además del constante aprendizaje. También agradeció a la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), debido a la beca que obtuvo para realizar sus estudios. “Fue muy provechoso, desde el primer día aprendí muchísimo. Aprendí de los profesores, de la vida que hay en la UCSC y también de la Facultad de Ciencias UCSC. Existe un intercambio de conocimientos, lo que es muy positivo. Lo recomiendo totalmente”, finalizó.