Sí. Las moscas domésticas (Musca domestica) hibernan.
Más precisamente, entran en un estado de diapausa durante el invierno, que es la palabra más exacta para describir su estado fisiológico de letargo y ralentización metabólica.
Las moscas no desaparecen en invierno, solo disminuyen su actividad y se esconden para conservar energía y sobrevivir hasta que regresen las temperaturas cálidas de la primavera.
Como insectos de sangre fría, su temperatura corporal depende de la del ambiente. Cuando las temperaturas bajan, su metabolismo se ralentiza considerablemente, lo que les permite sobrevivir con una cantidad mínima de recursos sin la necesidad de buscar alimento constantemente. En este estado, no se alimentan ni se mueven mucho.
Cómo lo hacen:
Buscan refugio: Las moscas buscan refugios cálidos y protegidos para pasar el invierno. Por ejemplo:
Grietas y hendiduras en paredes.
Bajo la corteza de los árboles.
Entre la hojarasca.
Bajo las piedras.
En el interior de casas y edificios (áticos, sótanos, etc.), donde buscan el calor.
Ciclo de vida: Algunas especies de moscas pueden pasar el invierno en diferentes etapas de su ciclo de vida:
Huevos o larvas: Es común que los huevos o las larvas hibernen en entornos protegidos, emergiendo como adultos cuando llega la primavera y las temperaturas suben.
Pupas: La etapa de pupa también puede prolongarse durante el invierno en condiciones desfavorables.
Adultos: Aunque menos común, algunas moscas adultas pueden sobrevivir el invierno buscando refugio en lugares donde las temperaturas se mantengan lo suficientemente altas. Si un día de invierno es soleado y las temperaturas suben, pueden volver a la actividad temporalmente, pero regresarán a su escondite cuando vuelva el frío.
PREVENIR
Como medida preventiva contra la invasión de moscas, se deben sellar las fachadas, proteger las ventanas con mosquiteras y equipar las persianas con burletes, especialmente en las entradas a la cocina. También se debe asear los tarros de basura.