En el acto político y cultural realizado este 8 de junio en la plazoleta del Cerro Huelén, en Santiago, para exigir justicia por Julia Chuñil Catricura, a siete meses de su desaparición, el director del Centro Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, leyó una declaración que advierte de la implementación de una estrategia gubernamental-empresarial para criminalizar y silenciar a quienes defienden la naturaleza en Chile. Ante este escenario, el llamado es a la unidad y lucha por la defensa de la vida y el derecho de la ciudadanía, los pueblos originarios y las comunidades locales a la libre expresión.
Declaración del Centro Ecoceanos
Santiago de Chile, 8 de junio, 2025
La desaparición forzosa sigue siendo una herida abierta en la conciencia de la sociedad chilena. Los desaparecidos nos siguen doliendo y continúan clamando por verdad y justicia, más aún cuando quien ha sido desaparecida en medio del silencio cómplice del Estado y sus agentes es la presidenta de la comunidad mapuche de Putreguel y defensora de la naturaleza agredida por el rapaz extractivismo del empresarial forestal.
A siete meses de la desaparición de Julia Chuñil Catricura no existen imputados ni formalizados. No se ha iniciado juicio oral alguno. Han sido siete meses de constante rotación de fiscales en medio del secreto y el silencio, de filtraciones de la carpeta de investigativa y de prácticas abusivas de la fiscal regional de Los Ríos, Tatiana Esquivel, junto a funcionales policiales de la SIP y la Labocar, quienes recientemente retuvieron ilegalmente y apremiaron a Jeannette Troncoso Chuñil, hija de Julia, intentando criminalizarla sin tener pruebas.
A lo anterior se acaba de sumar la decisión de la Corte de Apelaciones de Valdivia de rechazar el recurso de amparo interpuesto por la abogada de los hijos de Julia Chuñil, cuestionando la constitucionalidad y legalidad de las diligencias realizadas por la Fiscalía de la región de Los Ríos, la cual aún no cita a declarar al intocable empresario forestal ultraderechista, sindicado por la familia como el principal sospechoso en esta desaparición forzada.
Hoy se implementa una estrategia gubernamental-empresarial para castigar y silenciar a quienes defienden la naturaleza en Chile
La desaparición forzada de Julia Chuñil en un territorio forestal bajo estricto control de las fuerzas armadas, y luego de sufrir reiteradas amenazas y actos hostiles de parte de este terrateniente regional, es parte de la estrategia política-empresarial que se está implementando con el apoyo del Parlamento y medios de comunicación con el objetivo de amedrentar, reprimir y silenciar toda forma de resistencia social, expresada por el accionar de las organizaciones socioambientales y de comunidades de pueblos originarios que enfrentan al modelo extractivista neoliberal exportador.
Hoy, la sociedad chilena se encuentra sometida a una nueva fase del histórico asalto empresarial a los territorios y de saqueo colonial de sus bienes naturales y biodiversidad acuática y terrestre, impulsada por inversionistas, bancos, transnacionales y asociaciones empresariales, al alero de la denominada “agenda procrecimiento e inversión” que impulsa el actual gobierno, en concomitancia con las patronales empresariales.
Para ello, están imponiendo a través del Parlamento -vía fast trak- un paquete de agresivos proyectos de ley de desregulación del sistema de control y monitoreo ambiental, conocido como la “motosierra ambiental”, cuyo objetivo es acelerar y blindar la inversión internacional, de manera de asegurar el asalto a los territorios y sus bienes comunes naturales, mediante la aprobación de destructivos megaproyectos de inversión de carácter extractivista-exportador.
El segundo objetivo estratégico de la actual ofensiva ecocida gubernamental-empresarial es la eliminación de toda oposición social que pueda enfrentar a los proyectos de inversión extractivistas en los territorios altoandinos del norte del país, las áreas costeras que se están privatizando, y del Wallmapu y la Patagonia chilena.
Con este fin están impulsando un proyecto de “ley mordaza” (boletín 15643-06) que modifica la actual legislación sobre organizaciones sociales, cuyo objetivo es silenciar y reprimir mediante la vía administrativa y el control financiero a las organizaciones defensoras de la naturaleza y los derechos humanos sin fines de lucro.
Unidad y lucha para la defensa de la vida y el derecho de la ciudadanía y las comunidades locales a la libre expresión
Ante el escenario actual que amenaza la vida y los derechos constitucionales de la ciudadanía a organizarse y tener libre expresión, los y las defensoras de la naturaleza y sus organizaciones llamamos a los movimientos socioambientales, comunidades de pueblos originarios y artistas a continuar movilizados para luchar de manera unitaria, hasta conseguir verdad y justicia para Julia Chuñil y su familia, y rechazar los proyectos de ley que desde el gobierno y el Parlamento proempresarial profundizarán la destrucción ambiental de nuestros territorios y la violación de nuestros derechos políticos y sociales en esta democracia tutelada, restringida y de baja intensidad, que desde la corrupción se nos quiere imponer.
Julia Chuñil Catricura no está perdida, está desaparecida
¡Solo la organización y la lucha nos dará lo que las leyes racistas y ecocidas nos niegan!
Centro Ecoceanos,
08 de junio de 2025