Matthei está entrampada en un profundo hoyo emocional.
Matthei, y todos en su comando, se opone sentimentalmente a catalogar a la dictadura de Pinochet. La mujer odia ese mundo real. Matthei desdeña una verdad severa que le parece humillante.
Matthei filtra los hechos, y antes de ir a dormir, y antes de rezar el Padre Nuestro, se enorgullece de su pasado. Vive aún en una nebulosa. No tolera la verdad como si fuese una pesadilla. No puede dejar de conmoverse. Sus sentimientos están con la carroña, Pinochet.
Matthei, y todos en su comando, no puede aceptar que Pinochet, como el pico del buitre, huele a carroña.
Esa desrealización nace de un miedo sicológico estremecedor, y que dentro de su corazón la hace sentirse miserable, con un dolor emocional y hostilidad interna. Caer bajo la mirada crítica y ser examinada por lo que realmente es le genera dolor traumático.
Matthei puede parecer una mujer culta y para lograr regulación emocional usa su frase favorita: «¡Seguro que yo no soy tan mala!»
En sicología se llama razonamiento motivado. Es la tendencia de las personas a procesar la información de una manera que confirma sus creencias, preferencias y afiliaciones existentes, en lugar de hacerlo de forma objetiva.
En la ciencia política, el razonamiento motivado ayuda a entender por qué las personas a menudo y de modo prolongado votan por alternativas que parecen irracionales desde una perspectiva puramente lógica.
Matthei lleva una costra, un sentimiento de su familia y su pasado traumático. Es un gesto de supervivencia, proteger la vieja imagen de su familia, no procesar sus emociones políticas de manera neutral.
Matthei solo acepta las ideas que confirmen su punto de vista tribal, creando una «burbuja de filtro» o cámara de eco. Evita o minimiza la información de fuentes alternativas. Su motivación principal es mantener su identidad ideológica familiar, sin importar lo que digan los hechos fácticos. El razonamiento motivado se le activa de inmediato para justificar o perdonar el comportamiento de Pinochet. Esta defensa no se basa en una evaluación objetiva de los hechos, sino en el traumático deseo familiar.
Ese razonamiento motivado es un trauma crónico, repetitivo y dicotómico que obliga a Matthei a proteger su identidad, sus afiliaciones y sus creencias más profundas. Aunque huelan a carroña.
Esa distorsión cognitiva o filtro mental de Matthei es, éticamente, peor que si tuviera Alzheimer.